martes, 12 de junio de 2012

1.- teorias:

* corrientes teoricas:

CORRIENTE TEORÍA CONTABLE
1. Teorías y hechos: tradicionalmente se ha creído que la ciencia nace a partir de la necesidad del ser humano de explicar racionalmente los fenómenos de muchas clases. Esos fenómenos son los hechos y su explicación constituye lo que podemos llamar teoría, eso sí, siempre y cuando dicha explicación se halle desprovista de todo tipo de filtración metafísica, es decir, corresponda únicamente a su parte racional. El principal problema de la contabilidad es la ausencia casi total de teorías que cumplan su propósito de describir hechos y a su vez de ser el punto de partida para nuevos cuestionamientos. La teoría cumple varios papeles, entre ellos, e de predecir hechos que pueden ser observables empíricamente sin embargo si se matricula a la contabilidad dentro de las disciplinas de carácter social, también se sabrá por seguro de los inconvenientes que existen entre ellas para experimentar debido ala ausencia de laboratorios idóneos. La sociedad quizás sea el único laboratorio potencialmente aceptable para verificar la validez de una teoría, pero tampoco existe una sociedad enteramente homogéneas a partir de la cual se puedan hacer generalizaciones como se espera de una teoría científica. Para dar claridad a lo anterior, una teoría en contabilidad construida mediante la observación de los fenómenos ocurridos en una sociedad desarrollada de corte capitalista, no puede ser aplicable desde ningún punto de vista a una sociedad tercermundista o comunista, la razón es que ni los escenarios son los mismos ni tampoco la legislación rectora en sus territorios o los contextos sociales y económicos. Esa incapacidad de predecir los hechos en escenarios que pueden ser cambiantes dependiendo de las circunstancias políticas, son una limitación real para el desarrollo teórico de la disciplina. En la mayoría de las ciencias el fundamento teórico es la base de partida para nuevas investigaciones, pero, ¿Cómo puede ocurrir ello en la contabilidad si la ausencia de teorías confiables en lo que respecta a la comprobación empírica limita el impulso hacia los nuevos desarrollos? Quizás hasta esta altura del curso de teoría contable I, no existan elementos de juicio precisos en lo que respecta a la realidad de la existencia de teorías que sean lo suficientemente predictivas, explicativas y generales, como para merecer tal perfil, sin embargo, la anterior critica se hace teniendo en cuenta criterios que la simple observación deja en la retina de quien por primera vez se involucre en este tipo de discusiones.
2. Paradigmas, corrientes y teorías: Parece existir un gran afán por reconocer a la contabilidad en el grupo de las ciencias y para ello los distintos teóricos se han valido ingeniosamente de elementos pertenecientes a las ciencias para elaborar sus teorías m sin embargo lo que alcanzaron apenas fue abordad las perspectivas desde las cuales puede observarse la parte contable. Hay que admitir eso sí que el creciente bagaje de conceptos realmente han contribuido a la consolidación de la disciplina, lo cual se hace evidente cada vez que el estudioso pretende hacer una aproximación a su objeto y método y no puede prescindir de los aportes de las teorías y paradigmas propuestos por sus predecesores. No se sabe si las teorías de la personificación , que solo se refiere a la empresa como ente ficticio, o la teoría jurídica, que evalúa la importancia de la normatividad en la contabilidad , o la teoría económica , que aborda la perspectiva de la observación de los hechos económicos, o la administrativa que se limita a describir las bondades de la contabilidad como apoyo a la gerencia de las organizaciones , merezcan elevarse al nivel de teorías, ya que solo son puntos de vista que describen la utilidad de la contabilidad en muchos campos. Lo que si es evidente es que la teoría de la contabilidad pura olvida que la razón de ser de la partida doble , lo cual es un convencionalismo elaborado para facilitar los asientos contables, no es un axioma y que necesariamente la disciplina debe apropiar conceptos de otros campos del conocimiento para que pueda ser comprendida plenamente. Por otra parte, los paradigmas contables tampoco pueden pretender que por si solos dan cuenta de la contabilidad en determinada época , porque en ningún momento han demostrado reemplazar completamente un modo anterior de actuar en la construcción de los elementos de la contabilidad. No hay paradigmas únicos en ninguno de os periodos históricos , lo cual hace pensar que no son paradigmas los propuestos sino intentos por encontrar comportamientos universales en determinadas épocas, con un cierto grado de realidad pero, como se dijo antes, no se nota una ruptura de alguno para dar paso a uno nuevo.
3.La revolución contable postmoderna: La postmodernidad exige la ruptura con lo convencional o tradicional , exige también un cambio en la concepción del mundo y el reemplazo de un paradigma (esta vez si se puede hablar con validez de paradigmas) por uno nuevo que ofrezca mejores posibilidades para el desempeño de múltiples tareas. La contabilidad no puede estar al margen de este tipo de cambios y en la presente época para fortuna de la materia, se han dado a conocer nuevos problemas que requieren de una verdadera revolución en su tratamiento para lograr dar cuenta de ellos. Antiguamente la contabilidad era impensable en un contexto en el que no se llevasen a cabo transacciones de tipo monetario, la modernidad nos ha revelado que existen otros campos susceptibles de ser estudiados en la mira del contable y que por la falta de conceptos e incluso términos se hace menester la búsqueda de nuevas fuentes, incluso muchas de otras disciplinas, para explicar los sucesos con eficacia. La contabilidad tiene su mira puesta en los procesos de intercambio pre- modernos como el trueque, mira con escepticismo la axiomatización del concepto de valor, presta atención a la valoración de conceptos como el capital intelectual o la riqueza hidroforestal, y, en ese sentido se puede afirmar que la revolución contable postmoderna aún en sus albores, tiene el camino franco para convertir a la contabilidad en una revolucionaria disciplina repleta de instrumentos teóricos.

4. De los conceptos antiguos de la contabilidad a los nuevos desarrollos: si se mira el curso de la historia, nunca antes en ella la contabilidad cobró la importancia tan trascendental en el enriquecimiento del conocimiento como en el periodo tratado en el punto anterior. Nunca la contabilidad perteneció al mundo de las artes, aun cuando el escriba tenía mucho de artista al llevar los asientos, la esencia de la contabilidad no se encaminó hacia la búsqueda de lo estético del mundo artístico y nunca sus protagonistas pretendieron ser artistas. En un principio, y realmente fue ese su origen, la contabilidad fue como se describe en el documento del profesor Araujo una técnica en la cual se buscaba registrar de la manera más práctica las transacciones mercantiles de los individuos, es decir una técnica que se desarrolló a partir de los cada vez mayores requerimientos que se exigían por el aumento en las operaciones. Es cierto también que por el rigor de su normatividad la contabilidad ha estado desde siempre muy ligada al derecho aunque el concepto "Álgebra del derecho" de Pierre Garnier es muy confuso y para nada explicativo. Es igualmente cierto que la contabilidad a partir del surgimiento de los grandes conglomerados capitalistas se ha convertido en un imprescindible recurso de apoyo a la administración, tan importante que no es posible ignorarla en los momento s de tomar decisiones. Es un sistema de información por cuanto, y muy en relación con la teoría administrativa, existen multiplicidad de usuarios que requieren de información contable tanto en las organizaciones que tienen carácter lucrativo como en las que no lo tienen, aunque existe el obstáculo de limitar el campo del conocimiento contable a la parte financiera del mismo. De todas maneras hay que agradecer a las distintas escuelas teóricas por tratar de configurar el componente teórico y disciplinar de la contabilidad, sin sus propuestas muy seguramente esta disciplina permanecería en su estado inicial, sin una base para la investigación que determinara su evolución y progreso. Por otro lado lo que muy seguramente inspiró a estos teóricos a alargar los pasos en la búsqueda de esa fundamentación teórica fueron los distintos cambios en la sociedad a partir de la revolución industrial y el auge del capitalismo industrial.
5. Campos Metodológico Epistemológico y socio-económico: Para comentar acerca del campo epistemológico de cualquier sector del conocimiento hay que partir del supuesto que tal sector puede calificarse como una ciencia. En la contabilidad la discusión apenas se empieza a abordar por lo tanto es prematuro calificar o descalificar a la disciplina contable como miembro del selecto grupo de las ciencias. La ausencia de leyes en la contabilidad, teorías con poder de predicción, universalidad de postulados y consenso entre los ponentes de trabajos serios en contabilidad, están en su contra al momento de calificarla como ciencia. Tampoco se han puesto de acuerdo en cuanto al método de la contabilidad, se supone que la contabilidad está inscrita dentro de las ciencias sociales, pero al no poseer un método y objeto propios y únicos, tiende a invadir los de otras disciplinas sociales como la economía. Los intelectuales en contabilidad en su intento por aportar sinceramente al avance de la disciplina, no han seguido un curso común, estas situaciones discordantes ponen en graves aprietos a quienes se atreven a incursionar en el estudio de la disciplina. Por otro lado se encuentra la dinámica de los procesos sociales y económicos, no es difícil reconocer que la economía mundial en solo un par de siglos se ha transformado totalmente hasta lograr cambiar la intención de los observadores de la sociedad al momento de enfocarse en un campo particular. En contabilidad, no existe excepción a esa tendencia, por el contrario, es en este periodo en el cual se han producido los avances magníficos que han restituido a la disciplina la importancia adjudicada por muchos y olvidada por el prolongado letargo de la improductividad conceptual padecida durante siglos.
6. Contabilidad comercial financiera frente a otras manifestaciones: Es a veces poco eficaz el tratar erradicar de la mente del individuo común la idea antigua de la función de la contabilidad en el registro de las operaciones capitalistas como el fin primordial de la disciplina. Es más difícil aún si tenemos en cuenta que es muy cercano el tiempo a partir del cual de vislumbraron los distintos fines para los cuales la contabilidad podría ser útil aparte del mencionado. La reciente tendencia a valorar otros elementos presentes en el mercado y que no se tenían en cuenta anteriormente porque simplemente no eran considerablemente importantes, no por negligencia alguna sino porque aún no alcanzaban la verdadera dimensión que apenas desde hace algunos años han desarrollado. Elementos como el buen nombre, las marcas, el capital intelectual y otros, empiezan ahora a tomarse en cuenta para determinar el curso de los desarrollos teóricos en contabilidad. La génesis de trabajos dirigidos hacia nuevas vertientes teóricas en contabilidad como la contabilidad ambiental o la contabilidad espacial, entre otras, han encontrado graves dificultades por su imposibilidad de expresar muchos de sus preceptos desde el punto de vista monetario, ni las cuentas tradicionales están dispuestas a admitir la molestia de incluir en sus balances valores de tan compleja determinación ni los contables de someterse al reto de tratar este tipo de datos oscuros.
En conclusión, aún es mucho lo que hay por escudriñar en el campo de la disciplina contable y no se trata solamente de una idea propagandista de un grupo de teóricos a fin de vender sus publicaciones, sino que más bien la idea es la de encaminar la disciplina hacia una verdadera propuesta de explicación de los nuevos fenómenos sociales.
De la Concepción de Teoría Contable:
Son muchas las significaciones que le han sido asociadas a la teoría contable. Esa polisemia se debe al intento aislado de varios pensadores por conceptuar y desarrollar ejemplares teóricos que eleven la disciplina contable. Desde su entrada en la Universidad en los años 70 hasta nuestros días, se ha venido configurando su significado y se le han atribuido diferentes equivalentes conceptuales que se iban amoldando según las ideologías políticas y filosóficas de cada década logrando persuadir a los teóricos a la hora de darle unas propiedades a lo que hoy conocemos como teoría contable. Sin duda, ésta debe su génesis al arte de investigar y de pensar la contabilidad desde referentes filosóficos, sociológicos, económicos e históricos, apuntando al entendimiento de la contabilidad holísticamente para evitar que le sea asociada con la más ínfima de las disciplinas. En ese afán de dignificar la disciplina contable, se ha llegado a concebir la teoría contable como la historia de la contabilidad, como los nexos entre la contabilidad y otras aéreas del conocimiento, incluso como la descripción de principios o normas de contabilidad que fundamentan las prácticas contables1. Respecto de estas múltiples connotaciones, Mauricio Gómez (2004) comenta que en su momento la contabilidad se confundió con contabilidad financiera y teoría contable con principios y normas de contabilidad financiera. Si bien ésta ha sido una concepción de gran peso, ha tendido a cambiar, ahora, se ha tendido a asumir como los desarrollos teóricos que son “producto del pensamiento intersubjetivo” (Gómez, 2009), es decir constructos edificados en la interacción de los contables con otros actores sociales y en los cuales es factible hablar de la contabilidad como ciencia social que se nutre de otros saberes, lo cual posibilita el acto de entender los vínculos entre contabilidad, organización, mercado y sociedad.
Los Obstáculos y la Patología de la Teoría Contable:
Hablar del desarrollo de la teoría contable implica preguntarnos por su estado respecto al avance, estancamiento y decadencia. En el caso colombiano, se puede identificar unos esfuerzos para saldar el atraso teórico y metodológico de la contabilidad, rezago que más que una condición es una “patología” de la que se puede hacer un diagnóstico. Sus síntomas tienen raíz en el desarrollo paupérrimo y en la dinámica deprimente de la educación en el país. Algunos de los síntomas que han dilatado el proceso de fundamentación teórica de la disciplina, aludiendo a los profesores Carlos Mario Ospina y Mauricio Gómez (2009), son:
 La entrada tardía de la contabilidad al contexto universitario.
No hay conciencia del valor de la ciencia entre directivos, profesores y estudiantes (Quijano et al, 2002; citado por Gómez y Ospina, 2009)
1 Esto último especialmente por el tinte legalista y pragmático que ha tenido la disciplina, sin desconocer que gracias los avance y enfoques que se vienen instaurando, los proyectos teóricos tienden a aproximase cada vez más a la comprensión social y política de la contabilidad
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La formación profesional con un foco en lo procedimental, por lo que la contabilidad sistemáticamente fue excluida de su potencia disciplina-científica y tecnológica para proponer e innovar soluciones rigurosas a problemas concretos de las organizaciones.
El déficit metodológico y teórico en la comprensión de la contabilidad y sus posibilidades en el terreno investigativo.
La práctica social (poco investigada) ritual o potencial que desconoce la potencia de otras perspectivas.
El oscuro panorama económico y universitario sobre el que se ha desarrollado la disciplina como el crecimiento de la marginalidad, el desmejoramiento de las condiciones de productividad, el rezago tecnológico, la concentración de la riqueza, la intolerancia ideológica-política, la dependencia económica, la turbulencia jurídica, la incapacidad de potenciar lo endógeno, la desvalorización del saber científico (…).
El hecho de que la educación básica, media, superior y posgraduada quedara sumergida en la lógica de la empresa privada (quizás con visión de corto plazo como negocio), (Ariza y soler, 2004; citado por Gómez y Ospina, 2009).
La política de acceso a la cultura científica que sólo identifica como importante el operar técnico y tecnológico.
Un régimen universitario encargado de difundir arquitecturas regulativas sin espacio para la crítica y la innovación.
En esta misma línea Edgar Gracia dilucida algunas de las problemáticas en el desarrollo de lo teórico en contabilidad, muchas de éstas comulgan con las ya mencionadas, tales como las tendencias técnica y tecnológica en la universidad, la inclinación por los enfoques regulativos, la miope concepción de la contabilidad frente a los conflictos sociales y organizacionales, la dependencia económica y cultural del país, frente a estos dos últimos tópicos señala el profesor Edgar Gracia (2009):
“Lo teórico está inserto en todos los procesos complejos que articulan las formas históricas del control del trabajo, de sus recursos y productos. De ahí que resulten preguntas como: ¿qué teoría(s) contable(S) sirve para la resolución de nuestros problemas más concretos?, ¿qué teoría(s) contable(s) potencian nuestro desarrollo autónomo?” (p.44)
Así, la teoría debe ser vista desde su potencial transformador en la sociedad y en las organizaciones, por ejemplo para generar independencia económica, cultural de la sociedad y de nuestra profesión que propenda por la autonomía para la generación de normas acordes a nuestro contexto tercermundista y a las dinámicas propias de la empresa Colombiana. Divorciarnos de la tradición mímica que ha copiado modelos normativos de otros contextos, piezas que no encajan en este país -ha de ser porque Colombia es un rompecabezas diferente- pretendiendo la homogeneidad regulativa abarcativa del contexto internacional. Estos procesos que en la actualidad se está llevando a cabo sin reflexiones profundas por parte de la comunidad contable, representada por una minoría miope, ingenua y que propende por la ya histórica reproducción interna de construcciones normativas foráneas.
Ospina y Gómez coinciden en un déficit metodológico y epistemológico, pero Gracia (2009) le atribuye este signo al entramado legalistas en el que se ve envuelta nuestra disciplina. Otro de los factores que menciona respecto del proceso de fundamentación teórica es el hecho de no disponer
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de mecanismos para evaluar el estado actual de la teoría contable, aún más cuando se tienen diferentes concepciones de esta. El panorama es mucho más sombrío si se tiene en cuenta que existen universidades que no han incorporado esta área al programa de Contaduría. El desgano por el proceso de reflexión en torno a la naturaleza de la contabilidad y el interés tardío de muchos actores por la teoría, que en nuestro contexto sólo se viene a introducir después de los años sesentas.
Las mencionadas son algunas de las causales del menguado progreso científico de la contabilidad. Pero este efecto es debido, además, a la apatía de la comunidad por "dignificar" la disciplina y darle un estatus científico, condición difícil de cambiar -pese a la convicción de algunos teóricos- debido a que los estudiantes son persuadidos por docentes que niegan el carácter científico de la contabilidad y, aún más el potencial transformador tanto en el contexto organizacional como en el social. A ellos les parece un tanto quijotesca y soñadora la aspiración de dotar de atributos teóricos a una disciplina a la que históricamente se le ha asociado con la racionalidad instrumental.
A raíz de esto, se han gestado unos trabajos desde la corriente ortodoxa, privilegiada por ser la más frecuentada, pero no necesariamente la más elaborada (en un sentido más cualitativo que cuantitativo), porque existen otras corrientes, más trabajadas que develan los nexos sociales, históricos, políticos, y dinámica dialéctica de la contabilidad. Sin desconocer que bajo la corriente hegemónica se han desarrollado ejemplares interdisciplinarios importantes, pero, con un matiz convencional-funcionalista. Esta perspectiva se encuentra cobijada por un entramado de principios positivistas fundados en el empirismo. Así pues, Gracias (2009) comenta que en contabilidad el problema de la “verdad” está fundamentalmente explicado desde la experiencia y no desde los amplios cánones científicos2 - de cualquier modo, desde el positivismo - . La concepción de verdad se ha derivado desde la observación de las prácticas especialmente referidas al mundo de los negocios
De este modo, la teoría contable ha estado surcada por diferentes posiciones epistemológicas y metodológicas. Algunos de los enfoques que han servido de plataforma para las propuestas teóricas son: objetivismo – subjetivismo, normativismo – positivismo, tendencia empírica (derechista) – tendencia crítico-interpretativa (izquierdista) (Mattessich, 2003 citado por Gracia, 2009) y metodologías de organización del conocimiento como el fundamentalismo y el enfoque coherentista. Algunos de estos enfoques tiene su se complementan con otros, y son el reflejo de alguna posición social y política.
Cabe anotar que en los últimos tiempos se ha evidenciado una latente preocupación por desarrollar aquellas estructuras teóricas contables que entreguen explicaciones sistemáticas3 e integrales sobre la naturaleza de los hechos económicos, sociales y culturales que se presentan en la realidad, en relación con el contexto y el entorno. En este sentido la misión de la teoría contable tiene un carácter holístico en cuanto a que debe describir en detalle el objeto de estudio, ya sea mostrando su comportamiento o reacción frente un fenómeno dado, como se haría desde lo ortodoxo, o entender este objeto de estudio aceptando que está permeado por unas relaciones de poder y un proceso creador intersubjetivo, el cual determina que su comportamiento no es tan autónomo.
2 Es decir, es un conocimiento a posteriori, que se gana a través de la experiencia que dista del racionalismo y la metafísica que se basan en principios a apriorísticos para dar explicaciones de fenómenos fuera del alcance de los métodos científicos.
3 Más en el sentido de estructuras teóricas y menos con ordenamientos mecánicos. (Gracia, 2009)
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Breve Esbozo de las Corrientes de Investigación para la Construcción de Teoría Contable
En anteriores líneas se ha hecho una sintética ilustración sobre algunas de las corrientes de investigación contable, se mencionaban entonces la corriente ortodoxa y las corrientes heterodoxas, trabajadas por Chua y Larrinaga. Así, trayendo a colación una breve descripción, Larrinaga (1999) propone algunas corrientes que pueden orientar al investigador en tanto se instale en una que le proporcione luces teóricas y metodológicas para el desarrollo del proyecto investigativo. La líneas que concretamente propone Larrinaga son, la ya tradicional perspectiva ortodoxa, la visión crítica, la visión interpretativa y la alternativa sobre las relación entre contabilidad y poder. De la perspectiva crítica se afirma que el “objeto de estudio” no es inmune a las relaciones de poder y de dominación que le circundan, la investigación se elabora asumiendo que hay unos vacíos estructurales y sistemáticos que generan ciertas desigualdades y comportamientos en la sociedad.
La corriente principal ha gozado del privilegio de ser la más abordadas entre los teóricos contables, quizá muchos de ellos desconocen la existencia de las corrientes heterodoxas por la apatía hacia el abordaje de teorías exógenas a la contabilidad financiera, y es que el arraigo hacia los proyecto positivistas, verificacioncitas, es tal, que asumen que la única forma de acceder a la "verdad" es a través de la comprobación y esto sólo es posible cuando el investigador se ubica bajo la perspectiva hegemónica. Esta idea es complementada con una nota de Larrinaga (1999,112):
"La corriente ortodoxa, y como consecuencia del realismo presupone que ni el estudio de la sociedad en su conjunto, ni el de la historia tienen nada que aportar al conocimiento del cómo funciona la contabilidad. Así, esta corriente es apolítica, (...). Se suele suponer que la contabilidad no ha sido diseñada para evaluar finalidades (para qué), sino para evaluar la eficiencia (cómo)."
Y es que esa alternativa se preocupa únicamente por los medios y no se interesa ni se cuestiona por los fines, por saber que prácticas está legitimando y que comportamientos y decisiones de los agentes está influyendo.
La alternativa interpretativa parte de la intersubjetividad como un medio para llegar a las convenciones sociales. La labor del investigador es interpretar las acciones y comportamientos de los sujetos y develar su significado, éste es un proceso dialéctico en el que las actuaciones y sus significados están en constante redefinición.
Es preciso distinguir entre los principios de la línea investigativa crítica y los del enfoque de la relación entre contabilidad y poder, la separación que Larrinaga hace de estos es con el fin de dotar a la primera de una lógica donde se estudia los vicios estructurales de la sociedad y las organizaciones, esos causantes de la inequidad y la desigualdad; y la segunda, la lógica de la relaciones de poder y dominación que penetran y definen ciertos aspectos de lo que se estudia, considerándolo un objeto persuadido y poco independiente.
Tendencias de la Teoría Contable
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Si se desea hacer un análisis de las actuales tendencias de la teoría contable, se hace imprescindible afirmar que, aunque los trabajos de inclinación pragmática e instrumental desarrollados bajo la corriente principal siguen teniendo una importante posición, ésta ha venido siendo desplazada por los constructos teóricos de la perspectiva crítica y por la visión interpretativa, corrientes que se consolidan gracias a los aportes de diferentes disciplinas y a que la corriente principal no trasciende en la solución de problemas y en la mejora de las condiciones sociales (Gómez, 2005). Posiblemente resulte arriesgado aseverar que esta perspectiva interpretativa es más desarrollada que la crítica, debido a que lo interpretativo implica entender el papel de la contabilidad en diferentes contextos y entender sus nexos con las relaciones sociales que posibilita y legitima, mientras lo crítico tiene un carácter cuestionante, propositivo, de duda y de intenciones transformadoras. Así, “la orientación heterodoxa de la contabilidad al retomar posiciones modernas y postmodernas, no se inquieta por la identificación de los elementos materiales y formales como el objeto, el sujeto, la teoría y el método (…) esta orientación viene presentando propuestas epistemológicas para entender y construir de forma distinta la contabilidad” (Gómez, 2005, p. 128).
Ocampo y Sánchez (2001) plantean como tendencia de la disciplina contable el hecho de que se está dejando de lado el registro para empezar a preocuparse por la medición de variables que no necesariamente son financieras. Ya es bien sabido que el problema de la medición y de la valoración ha sido un tema cuestionable por la carencia de objetividad en estos criterios. Se aduce por ejemplo, que los criterios actuales se plantean en aras de aproximarse al valor real de los activos, pero el valor asignado es de carácter subjetivo, por tanto la contabilidad es incapaz de representar plenamente el estado de los bienes. Los teóricos que han apuntado al desarrollo del problema de la valuación han hecho varios intentos en la generación de nuevas metodologías, y, aunque se han logrado importantes avances, el problema es latente y sigue surcado por la subjetividad.
Otra de las inclinaciones de los literatos de la contabilidad es el teorizar sobre las corrientes heterodoxas para develar sus potencialidades, vistas estas como un diamante en bruto dispuesto a ser “explotado”, permitiendo así la reflexión en torno a la influencia de la contabilidad en instituciones como la organización y el mercado. Se viene dando tratamiento, entonces, a las virtudes de las corrientes interpretativa y crítica. Ospina y Gómez (2009) en su texto “Ampliando las fronteras de la Disciplina Contable: una Introducción para la Comprensión de los Ejemplares Heterodoxos”, mencionan:
Las corrientes heterodoxas de la sociología, la filosofía, la antropología, la teoría crítica entre otras, nutren las vías de comprensión de la contabilidad, (…) el reconocimiento de los aportes de esta corriente se constituye en una pieza fundamental para comprender la realidad social y organizacional reconfigurando nuestras categorías e instrumentos para intervenir y construir el mundo (p. 21).
Algunos teóricos continúan reflexionando sobre la contabilidad como un sistema de información, y la contabilidad como medio mecánico que representa la circulación, tendencias que no pierden vigencia y que como programas de investigación compiten dentro de la corriente principal, tal y como lo expone Gómez (2005) invocando a Sunder. Este último presenta además otro trabajo de carácter interpretativo en el que busca entender y en efecto vislumbra la contabilidad como un medio de legitimación de las relaciones contractuales entre la organización y sus agentes internos y externos.
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Trabajar la teoría contable desde las diferentes corrientes, así como lo hace Sunder, es vital para el desarrollo de la disciplina en aras de propender por un mayor entendimiento de la contabilidad y sus nexos con otras disciplinas, abstraer la influencia de su particular tecnicismo y los intereses que nutre y que le “utilizan” como un medio para mostrarse según las exigencias del mercado. Pero para llegar a estas ideas, es necesario que se edifique un tejido teórico que dé cuenta de la relación de nuestra disciplina con lo social, lo político, lo organizacional y lo histórico. Estos proyectos engalanan la contabilidad y la llenan de propiedades irreductibles e irremplazables por otras ciencias.
Ahora, continuando con la línea de las nuevas tendencias de investigación, (2010) formula un nuevo paradigma de la ciencia, narratividad y contabilidad; perspectiva que permitirá según este mismo autor, traer a colación algunas teorías de físicos del siglo XX y en un ejercicio reflexivo, lograr que converjan con la contabilidad, de tal forma que se despejen para la contabilidad los caminos que ratifiquen su perfil científico. Algunas de los problemas a abordar desde esta propuesta son: el peligro de la guerra nuclear, devastación del ambiente natural, el hambre y la pobreza crítica, etc. Los anteriores declarados por Zaá, quien también, señala cinco características que identifican este nuevo paradigma de la ciencia y marcan su narratividad: 1) la relación entre la parte y el todo; 2) el cambio de pensamiento en función de la estructura, a un pensamiento en función del proceso; 3) el cambio de la ciencia objetiva a la ciencia epistémica; 4) la antigua metáfora del conocimiento como construcción; y, 5) el traslado de la verdad a descripciones aproximadas.
Es preciso señalar, que al parecer esta perspectiva bebe de varios de los principios de la perspectiva interpretativa, se bosqueja de tal forma que la interpretación, el entendimiento y la explicación cumplen papeles protagónicos para el desarrollo de cualquier trabajo situados en esta propuesta de la narratividad. Esta formulación tiene cabida dentro de las nuevas tendencias, en tanto que se ha gestado un movimiento que renuncia a los trabajos amparados por la corriente principal, textos de rigor positivista que desde la postrimería del siglo XX y principios del siglo XXI se han visto desplazados por las investigaciones con orientaciones heterodoxas. Este periodo de transición se caracteriza por ser el momento maravilloso en que algunos teóricos se angustian por estudiar la contabilidad, momento orientado más hacia el acto de pensar y menos hacia el acto de experimentar. Actualmente se retoman mucha de las sabias reflexiones de pensadores de otrora, cuyos planteamientos pueden dar luces para relacionar diferentes teorías con la finalidad de comprender los fenómenos y problemas que lo mítico no alcanzan a dilucidar.
Gil (2010), trae a la teoría contable un novedoso concepto que nos permite alejarnos de enfoque legalista y mecanicista de la contabilidad, acercándonos a un término de prometedores aportes a la literatura desde el desarrollo de la contabilidad como un tecnoleto en el que converge el lenguaje y la tecnociencia (técnica, tecnología y sociedad). Lo bondadoso de esta propuesta, es que busca construcción de un nuevo modelo educativo desde el aprendizaje significativo y desde nuevas prácticas de información de la disciplina contable, así como un comulgue entre estos. Jorge Manuel Gil en su texto “La contabilidad como Tecnoleto: ¿es útil en el conocimiento accionable y el aprendizaje significativo?” vincula la contabilidad con la teoría de la acción aplicada a la construcción del conocimiento, para lo que tuvo en cuenta las tecnociencias sociales y el aprendizaje significativo que permite que la nueva información no sea almacenada de forma arbitraria interactuando por lo tanto con conocimientos preexistentes (2010,63).
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Retos para los Nuevos Desarrollos
Las tendencias abordadas en el aparatado anterior han de ser objeto de nuevas investigaciones para avanzar en el desarrollo epistemológico de la contabilidad y entender a profundidad la concepción de esta disciplina, por ejemplo como un tecnoleto, desdeñando todas las implicaciones conceptuales, logradas ya desde los constructos intersubjetivos de la sociedad o desde la experimentación. Este acto posibilitará vislumbrar el impacto y secuelas de este nuevo concepto en la dimensión teórica e instrumental de la contabilidad.
Por su parte Villareal (2008) apuesta por seguir el lenguaje y la metodología de la filosofía para el desarrollo de teorías científicas en contabilidad a través de los cuales se pueden formular postulados de investigación para la ciencia contable, el estudio de diferentes paradigmas y subprogramas de investigación que utilizan el lenguaje científico. El mismo autor argumenta que para lograr un mejor futuro de la contaduría pública en un entorno globalizado (siglo XXI) es esencial conocer los factores que desarrolla la disciplina contable y la responsabilidad social del contador, tomando como fuente el conocimiento y las actividades que promuevan la investigación y la integración con otros saberes.
Ospina y Gómez insisten en lo indispensable que son las discusiones sobre la precisión de la contabilidad como campo epistemológico, como disciplina con arreglos metodológicos, derivas tecnológicas y lógicamente con fuertes vínculos en el relacionamiento social, organizacional, histórico y político. Es posible abstraer de estos mismos autores el reto de estudiar la contabilidad como “un espacio disciplinal, con importantes campos de investigación y con una potencialidad para trabajos interdisciplinarios, debido a que suena exótico todavía, impertinente y con muy poca capacidad de impacto sobre las prácticas sociales de los profesionales contables” (2009, 22).
La interdisciplinariedad en la elaboración de nuevas redes teóricas ha posibilitado grandes avances de la profesión y la disciplina contable, pero el enclaustramiento teórico en dicho enfoque puede ir en contra del avance a raíz de que la interdisciplinariedad implica mirar hacia afuera de la contabilidad para, por ejemplo, permitir que otras disciplinas alimenten la nuestra tal y como lo ha hecho la filosofía y la economía. Pero el problema radica en que no se ha conceptuado lo suficiente sobre la contabilidad en sí misma y este acto es necesario porque evita ambigüedades en tanto no se atenta contra unos conceptos y principios si han sido bien fundados, la idea es primero pensar la contabilidad desde dentro.
Es un reto además, trabajar sobre las dificultades que al inicio del texto se identificaron con el fin de abolirlas y menguar esa patología del atraso que subleva la contabilidad frente otras disciplinas. En aras de superar los obstáculos, los investigadores han de apostar por la resiliencia para hacerle frente a partir del estudio de los virtuosos trabajos desarrollados por teóricos que han cooperado en la edificación de nuevas redes teóricas; pensadores llenos de convicción y esperanzados en el avance de la literatura contable y por tanto a la disciplina contable, alcanzado un status meritorio en la universidad, en la organización y en la sociedad.

* escuelas de la contabilidad:

ESCUELA DE CONTABILIDAD
La Escuela Académico Profesional de Contabilidad y Finanzas, desde hace 75 años viene contribuyendo al desarrollo económico y social de nuestro país mediante la formación de profesionales, contadores públicos de alto nivel académico, los mismos que se han desempeñado en los diversos sectores económicos, académicos y sociales en nuestro país y el extranjero.
Por la demanda de profesionales en Contabilidad que el auge comercial de los años treinta generaba, el 15 de junio de 1935, siendo Rector el ilustre Dr. don Ignacio Meave Seminario, la Universidad Nacional de Trujillo creó el Instituto Superior de Ciencias Comerciales; para otorgar el título de Contador Público, luego de tres años de estudios. Desde 1937 el Instituto Superior pasa a llamarse Sección Superior de Ciencias Comerciales, cuyo primer Director y profesor de al especialidad fue el ciudadano húngaro don Luis Buza, contador diplomado por la Universidad Politécnica de Temesvár (Hungría).
Los primeros estudiantes matriculados fueron don Luis Burga Farro, Antonio Melly Quevedo, Julio Cisneros Durandeau y, Anselmo Carrasco Puglisevich, ellos fueron los primeros Contadores Públicos graduados de la Sección Superior de Ciencias Comerciales de la Universidad Nacional de Trujillo y, don Luis Burga Farro fue el primer Contador Público del Perú, graduado el 03 de setiembre de1938.
Es importante resaltar que el Instituto Superior de Ciencias Comerciales, creado en la Universidad Nacional de Trujillo, es el primer centro superior de estudios de todo el país que dio inicio a los estudios superiores de nivel universitario para la formación de los Contadores Públicos, siendo posteriores a ella en el año de 1936, la Universidad Mayor de San Marcos y la Pontificia Universidad Católica del Perú.
Desde 1943 se establece que para recibir el título de Contador Público, debía acreditarse además un año de prácticas pre-profesionales con lo que la duración de la carrera es en delante de cuatro años. Desde 1945 la Sección Superior de Ciencias Comerciales empieza a llamarse Sección Superior de Ciencias Económicas y Comerciales.
En el libro de actas del Consejo Universitario que asienta las ocurrencias de la sesión del 17 de Diciembre de 1956 que se desarrolla con la presencia del Rector don Andrés Molinari Balbuena y de los delegados de la Sección Superior de Ciencias Económicas y Comerciales C. P. Luis Burga Farro y C. P. Leónidas Moreno Gonzáles, entre otros, refiere: Agenda, punto 2 “Subvención para el viaje de una comisión presidida por el CP. Leónidas Moreno a la ciudad de Lima, para gestionar se eleve a la categoría de Facultad la Sección Superior de Ciencias Económicas y Comerciales…”
En la sesión del Consejo Universitario del 08 de febrero de 1958, en la sección Despacho encontramos: “…Visto el telegrama cursado por el senador Carlos Orbegoso Barúa informando que con fecha 30 de Enero se había promulgado la Ley Nº 12880, que convierte en Facultad de Ciencias Económicas y Comerciales, a la Sección Superior de Ciencias Económicas y Comerciales de la Universidad Nacional de Trujillo.
La organización académica de la nueva Facultad fue encomendada al Dr. en Ciencias Económicas don Miguel López Francés quién se encarga de preparar el Plan Curricular de la Facultad que contaba con las escuelas académicas de Contabilidad y Administración, y Economía, para otorgar los grados académicos de Bachiller en Economía, Bachiller en Ciencias Económicas y Comerciales, y, Bachiller en Administración de Negocios; y a la vez los estudios se realizarían en un período de cinco años; cuyas primeras autoridades fueron: Decano, Dr. Luis Burga Farro; Director de Contabilidad y Administración, Dr. Ramón Morales Moreno; Director de Economía, Dr. Andrés Fukunaga Soyama.
Posteriormente, el 08 de abril de 1960 se da la Ley 13417, Ley Universitaria, estableciéndose en el artículo 10°, que las Universidades gozan de autonomía pedagógica, administrativa y económica de la ley y se gobiernan con el concurso de catedráticos, alumnos y graduados. Y en el artículo 8°, señala que las Universidades están integradas por Facultades, Escuelas Profesionales, Institutos y Departamentos. En base a ello en la Universidad Nacional de Trujillo, la Facultad de Ciencias Económicas y Comerciales renueva su plan de estudios en sus tres Escuelas Profesionales de Contabilidad, Administración y Economía.
El 18 de febrero de 1969, el Gobierno Militar expide el Decreto Ley 17437, Ley Orgánica de la Universidad Peruana, suprimiendo las antiguas Facultades y creando un Sistema de Programas y Departamentos Académicos. Con lo cual la facultad de Ciencias Económicas y Comerciales, se transforma en Programa Académico de Administración y Contabilidad, y el Programa Académico de Economía.
Finalmente, el 09 de diciembre de 1983, se promulga la Ley 23733, Ley Universitaria, que a la fecha se encuentra vigente, en la cual se restablecen el Sistema de Facultades y según el Estatuto de la Universidad Nacional de Trujillo, se crea la actual Facultad de Ciencias Económicas, con las cuales se crea el Departamento Académico de Contabilidad de Finanzas, de Administración y Economía y las Escuelas Académico Profesional de Contabilidad y Finanzas, de Administración y Economía.
En octubre de 1987, se inauguró el Pabellón de Ciencias Económicas en la Ciudad Universitaria de la Universidad Nacional de Trujillo, y consiguiente desde esa fecha la Escuela Académico Profesional de Contabilidad y Finanzas desarrolla sus actividades académicas y administrativas en ambientes con infraestructura moderna.
EVOLUCION DE LA ESCUELA TEORIA CONTABLE:
Explicar el origen y los fundamentos de la contabilidad es el buscar a través de la historia métodos de investigación dentro de la técnica contable, ya que se demuestra que al contrario de otras ciencias, la contabilidad nació como una necesidad social de medición de la realidad económica y no como un planteamiento de estudio sistemático de saberes.
La historia no precisa una fecha exacta del surgimiento de la contabilidad, simplemente se da una aproximación y evidencia que esta tiene sus orígenes en la aparición del comercio.
 En la organización empresarial y social, donde al aumentar las transacciones comerciales la incapacidad de la memoria humana para registrarlas, hizo que surgiera una metodología para plasmar dichas actividades.
EVOLUCIÓN DE LA CONTABILIDAD:
A. EDAD ANTIGUA:
Esta se remonta desde el año ...416 donde existía más un hacer contable que una práctica, ya que solo se refería a la necesidad de información que necesitaban los comerciantes de la época.
 La invención de la escritura y los números generan aunque de manera muy sencilla y rudimentaria los elementos fundamentales de lo que hoy se conoce como "cuenta", donde se tenía un título, cantidades y totales.
De aquí se parte la formulación de un paradigma contable inicial, en el cuál la práctica es la base.
 Después de establecer la "cuenta" como principal regidor de la contabilidad, se crea la necesidad de ejercer un control contable, ya que era necesario verificar la veracidad de la información, desde este momento es en el que se puede hablar de la ciencia contable como un objeto de estudio estructurado.
B. ESCUELAS DE LA PRÁCTICA:
Esta comprende el periodo del 470 al 1458, a partir de este momento se pasa de oficio a profesión, se habla del uso de libros ligados normas, esto crea un nuevo sentido, ya que se mejoran las prácticas contables, el desarrollo histórico lleva a la introducción de la partida doble.
*tendencias de la contabilidad:
Nuevas Tendencias de Presentación del Resultado Contable
Todo sistema de información evoluciona a ritmo de las necesidades de aquellos que lo utilizan. Igual sucede con la información recogida en la contabilidad para fines externos. Los Estados Financieros, tampoco pueden quedar estáticos, necesitan evolucionar en función de las demandas de sus usuarios. De ahí la justificación de las recientes normas de presentación del resultado contable a nivel internacional.
El entorno actual de la empresa exige cambios en la presentación de la información. En los años treinta, debido sobre todo al auge de los mercados de valores como fuente de financiación para las empresas, se produjo un cambio en el enfoque de la contabilidad: desde el enfoque activo/pasivo hacia el de ingreso/gasto, que restaba importancia al balance, a favor de la cuenta de resultados. De este modo, se mejora su presentación considerando al balance general como un residuo. Pero esta tendencia cambia hacia los años setenta y ochenta cuando los marcos conceptuales anglosajones (sobre todo IASC y FASB) presentan la necesidad de una representación real del patrimonio neto configurándose los conceptos de ingresos y gastos como subsidiarios de las definiciones de activos y pasivos.
Sin embargo, en los años noventa, se tiende a mejorar la información, disminuyendo las posibles limitaciones que tanto el Balance General como el Estado de Ganancias y Pérdidas tuvieron en épocas anteriores. Cada elemento de los estados financieros se configura por sí mismo, teniendo su utilidad propia. Se trata de limpiar los informes anuales, configurando un enfoque más amplio del concepto de resultado. El resultado global constituye, junto con las aportaciones y distribuciones de los propietarios de la empresa, el único cambio sobre el patrimonio neto de una empresa en el periodo. Se considera la coherencia conceptual como un requisito imprescindible para delimitar los elementos que configuran la información para fines externos, fundamento para la adopción de decisiones por parte de los usuarios.
Por otra parte, cualquier actividad, sea del carácter que sea, es justificada por la consecución de los objetivos, por la búsqueda de unos resultados. El resultado reafirma un negocio u objeta su presente y/o futuro.
Debido a la importancia que posee el resultado, se considera imprescindible su correcta configuración, por lo que se considera un concepto amplio de resultado, el resultado global. Es decir, hay determinadas partidas que afectan el futuro de la empresa, y que deben ser reconocidas en el periodo porque surgen en el mismo, pero que por no cumplir los criterios de realización, correlación o devengo se contabilizan en otro periodo.
En el primer pronunciamiento del FASB, en Estados Unidos se propuso el resultado contable como objetivo de los estados financieros (SFAC 1). Y seguidamente, en 1980 se dividió la rentabilidad empresarial en resultado negativo (earnings) y resultado global(comprehensive income). Pero nada se expuso sobre las partidas que debían formar parte de uno u otro resultado global, remitiéndose a una norma posterior para clarificarlo.
En 1992 el recién creado ASB inglés emitió un primer borrador con el título The Structure of Financial Statements – Reporting of Financial Performance. Se trataba de mejorar la cuenta de resultados con dos finalidades:
1.    Ampliar el contenido informativo del ratio PER. Que hasta el momento se basaba en el resultado de explotación, y
2.    Mejorar la cuenta de pérdidas y ganancias tradicional, añadiéndole más contenido, bajo el enfoque de - inclusive income concept.
El FRSB de Nueva Zelanda aprobó en 1994 una norma similar, FRS – 2 – Presentation of Financial Reports, pero considerando que las variaciones en el patrimonio neto debían constituirse dentro de un estado específico e independiente denominado Estado de Cambios en el Patrimonio Neto.
Desde hace más de una década el FASB emite borradores y estudios sobre este particular, los que en diciembre de 1998 se plasmaron en el FASB 133 Accounting for Derivate Instruments and Hedging Activities. El IASC intentó también, en varios proyectos, recoger contablemente los instrumentos financieros que finalmente se plasmaron en la NIC 32 Instrumentos Financieros: revelaciones y presentación en 1995 y en la NIC 39 Los instrumentos financieros: Reconocimiento y medición, a finales de 1998.
En junio de 1996, el Consejo para las Normas de Contabilidad Financiera de los Estados Unidos de América (FASB) emitió dos borradores, uno sobre instrumentos financieros y otro sobre la presentación del resultado global, los que un año más tarde, en junio de 1997 se convirtieron en el SFAS 130 Reporting comprehensive income.
Por su parte el IASC modificó en julio de 1997 su NIC 1 introduciendo un nuevo elemento de los estados financieros, siguiendo las tendencias de Nueva Zelanda. Se trata de la NIC 1 revisada Presentación de los estados financieros.
No obstante, estos cambios, hemos de encuadrarlos en el marco de la contabilidad anglosajona, cuya orientación hacia los inversores está más que justificada en la práctica. Sin embargo, la globalización de la economía mundial propicia que las empresas coticen en mercados financieros distintos del nacional, de ahí la necesidad de proporcionar información comparable.
Todas las empresas que cotizan en mercados financieros tienen la necesidad de proteger a acreedores y propietarios (vinculados o no).
En una economía tan globalizada como la actual, el enfoque válido de la contabilidad es el enfoque global, en el que se presenten los estados financieros lo más completos posibles para la adopción de todo tipo de decisiones. Por lo tanto, se hace necesario un modelo de Estado de Ganancia y Pérdida que conjugue tanto la presentación del resultado global como la del resultado repartible, recogiendo toda la riqueza generada en el periodo en función del criterio de empresa en marcha que añada coherencia conceptual al resultado mediante la consideración del resultado global en aras de la armonización contable internacional que tiene su justificación en las demandas de los usuarios.

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